Punta Faro, Cartagena
Una boda íntima en una islas a 2 horas en lancha, alejados del bullicio de la ciudad; con sus padres y amigos como testigos, Natalia y Vincent dieron el sí por el resto de sus vidas.



Cuando dejas a un lado la tradición y vas en ayuda de tu novio





Las madres de Natalia y Vincent esperando para bendecir la boda de sus hijos.









Rituales simbólicos y risas frente al mar hicieron de este día algo aún más especial para la pareja





El sentido de la vida consiste en disfrutar de los pequeños detalles inesperados




